Equinococosis o hidiatidosis

La equinococosis o hidatidosis es una enfermedad parasitaria que afecta a los seres humanos y mamíferos, más comúnmente perros y ovejas. Está causada por una tenia, la Echinococcus granulosus o multilocularis, este parásito se encuentra en el intestino de los perros. Causa morbilidad grave y si no se trata puede causar la muerte.

La enfermedad se desarrolla cuando los seres humanos ingieren los huevos de Echinococcus granulosus o multilocularis por consumir vegetales o agua contaminados con estos huevos del parásito o por contacto directo con perros infectados, esto ocurre porque los huevos pueden quedar pegados al hocico del perro cuando se lame pudiendo pasarlo a las manos o cuerpo del cuidador. Los huevos también pueden ser ingeridos por los animales por los pastos o pueden contaminar el agua de ríos e infectarse al beberla.

El ser humano no es capaz de transmitir la enfermedad, solo la padece, siendo un huésped intermediario accidental. El huésped final es el perro que porta el parásito adulto que expulsa su último anillo que está lleno de huevos.
Los huevos emergen a larvas y estas se transportan a través de la sangre hasta que se alojan en hígado, pulmones, riñones, hueso y/o encéfalo del infectado y dan lugar a un quiste, llamado quiste hidatídico en el que se multiplican los parásitos.
Los huevos pueden permanecer hasta un año en el suelo contaminando agua, pastos y vegetales.


Síntomas:
Los síntomas dependen del órgano afectado y del tamaño, tipo y número de quistes. El período de incubación es muy largo e incluso los síntomas no se sienten durante los primeros años de la enfermedad. Si bien los quistes hidatídicos son benignos, se pueden complicar si no se tratan a tiempo.
Cuando se localizan en el hígado y obstruyen las vías biliares en ocasiones es necesaria la resección de una parte importante de hígado.
Cuando se localizan en los pulmones, los quistes pueden adquirir grandes tamaños, provocando tos irritativa, hemoptosis o molestias de las vías respiratorias superiores.
Cuando se localiza en el encéfalo provoca, dependiendo de la región afectada, convulsiones, alteraciones de los estados de conciencia y personalidad, etc.
Otros síntomas son: dolor abdominal, picor, dolor en el pecho, fiebre, vómitos, diarrea o esputo de sangre.

En una próxima entrada se retomará la hidiatidosis para hablar sobre su tratamiento y prevención.