El tracoma se propaga a través del contacto directo con el ojo o nariz infectados, secreciones de la garganta o por contacto con objetos contaminados como toallas o prendas de vestir. Además ciertas moscas pueden transmitir la bacteria.
Los niños son los más susceptibles a la infección debido a su tendencia a estar sucios, pero los efectos cegadores o los síntomas severos de la enfermedad a menudo no se observan hasta la edad adulta.
Las causas por las que se transmite la enfermedad son entre otras, una mala higiene personal y familiar, falta de agua, ausencia de baños, las moscar, estar cerca del ganado..., la pobreza en general. Pero la vía final parecen ser los niños, como dije antes, suelen tener la cara sucia, lo que facilita el intercambio de secreciones oculares y nasales entre ellos y a sus familias, por ello la mayoría de la transmisión del tracoma se produce dentro de la familia, de generación en generación.
Síntomas:
El período de incubación de la bacteria es de 5 a 12 días. Pasado este tiempo empiezan a aparecer los síntomas, primero como una simple conjuntivitis (inflamación del tejido que recubre los párpados), luego se aprecian: hinchazón de los párpados, lagrimeo y secreciones oculares, inflamación de los ganglios linfáticos justo delante de las orejas, inversión de las pestañas (las pestañas se meten hacia dentro) que rascan la conjuntiva y hacen que la inflamación aumente y finalmente aparece la cicatrización y la opacidad de la córnea que da lugar a la ceguera.
Diagnóstico:
Un examen ocular puede revelar cicatrización en el interior del párpado superior o enrojecimiento de la parte blanca del ojo. Para identificar y detectar con precisión la bacteria y diagnosticar el tracoma es necesario realizar pruebas de laboratorio.
Este es un vídeo en el que se muestra la enfermedad en una zona concreta, pero que se puede extrapolar a cualquier lugar donde está presente.
En una próxima entrada hablaré sobre su tratamiento y prevención.
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